Porn Filmfestival

2012

Sexo, amor y video

El criterio para seleccionar los video clips de este ciclo no fue solamente el talante provocador de sus directores, sino sobre todo la gracia y la palpable fascinación con que éstos acometieron la empresa de capturar con sus cámaras las distintas manifestaciones del placer carnal, el deseo, la intimidad, el afecto y el cuerpo desnudo, en reposo y en éxtasis, pese al peligro de ver sus trabajos censurados.

Afiche promocional “Sexo, amor y video”

Afiche promocional. Fotogramas del video clip
“Twin flames”, cortesía de Saam Farahmand

El clip que promocionaba el sencillo Body language de la banda Queen fue uno de los primeros en ser tachado de “inapropiado” para los televidentes estadounidenses y sacado de circulación, más por lo que saltaba a la vista que por la letra de la canción: el exceso de carne semidesnuda en sus imágenes fue el argumento del momento –corría el año 1982– y sus guiños a los códigos eróticos de la cultura gay urbana, un reproche tácito. Lo interesante del caso es que el riesgo de ver sus obras censuradas en televisión no disuadió ni a los músicos, ni a los sellos disqueros, ni a los directores de video de seguir concibiendo material provocador en las décadas que siguieron. Al contrario... En 1990, cuando el establishment televisivo prohibió la aventura pansexual Justify my love, creada por Jean-Baptiste Mondino para Madonna, Warner Brothers Records procedió a sacarle provecho al “escándalo” mercadeando el clip en formato de videocassette. Por estos días, el hogar de los videos musicales ya no es mtv, sino la anárquica Internet; pero hay algo que no ha cambiado pese al paso del tiempo y la minimización de las pantallas: uno todavía tiene que rebuscar entre la abundante basura audiovisual disponible para encontrar piezas que realmente apelen a los sentidos y al intelecto. Sexo, amor y video, la serie de clips curada por Evan Romero para el Porn Filmfestival Berlin y exhibida también en el Skeive Filmer (Oslo) y el Kortfilmfestivalen (Grimstad), reúne dieciocho producciones que atrapan oídos y miradas explorando aspectos fascinantes de la erotomanía y los encantos del cuerpo desnudo. Un banquete para melómanos y voyeuristas sofisticados por igual.